Pronto será el día... ¡de nuestros amigos Nuria y Luis!


Y es que el pasado 30 de septiembre, con motivo de la celebración del 25 cumpleaños de Nuria, su ahora prometido decidió declararle su amor con un anillo de compromiso =)

Luis lo preparó todo para ese momento: organizó con detalle y esmero un día que ninguno de los dos podrá nunca olvidar, especialmente la novia, ya que todo fue una sorpresa para ella. Aunque ambos son muy detallistas y, tal y como nos cuenta Luis, él siempre intenta sorprender a Nuria por su cumpleaños, este fue aún más especial. Sólo le dio dos pistas: que se pusiese ropa cómoda y que metiese en una maleta un bikini y ropa elegante. A partir de ahí, todo fue una aventura.

Sobre las 16:30 h de la tarde cogieron el coche y Luis vendó los ojos a Nuria para destapárselos más tarde en frente de una finca de la sierra de Madrid en la que pudieron disfrutar de un romántico paseo a caballo al atardecer. Y es que, según parece, Nuria siempre había dicho que se casaría con aquel que le comprara un caballo. Luis quería ganar puntos!! ;)

Después de disfrutar de este hermoso paseo y sus vistas, Luis volvió a tapar los ojos de Nuria y se dirigieron a su segundo destino: el spa del Hotel Eurostars Madrid Tower, en una de las Cuatro Torres del Paseo de la Castellana de Madrid. Se trata de un spa situado a 120 metros de altura que ofrece unas impresionantes vistas de Madrid. “Fue maravilloso. Después de haber estado por el campo, nos metimos en el agua calentita viendo Madrid iluminado de noche”, dice la novia. Y todo esto disfrutando de la intimidad del spa completamente solos.

Después del baño, la pareja se dirigió al tercer punto de la velada. Una vez vestidos de noche, el novio llevó a la novia a cenar a su restaurante favorito: La Capilla de la Bolsa, en la Plaza Mayor de Madrid. “Es un restaurante en el que habíamos estado por nuestro aniversario y a mí me había encantado, con tal suerte que fuimos la última reserva, la gente se fue yendo y nos quedamos solos Luis y yo, con el pianista y el violinista tocando en directo para nosotros. ¡Fue súper romántico!”

Sin embargo, después de esta velada tan romántica “ella no esperaba que a la vuelta de la cena iba a encontrarse la mayor sorpresa de todas” tal y como dice Luis. “Cuando llegamos a casa me encontré el pasillo lleno de velas y pétalos de flores. Luis me dijo que me volviera a vendar los ojos (¡imagínate cómo estaba yo en ese momento!). Me colocó en las manos una caja y me dijo que me los destapara. Al abrirla, encontré una carta preciosa. En la carta decía que fuera andando hacia el dormitorio, sin mirar atrás. Cuando llegué, vi que también estaba decorado con pétalos de flores y velas. A mitad de la carta me emocioné y empecé a llorar”, cuenta Nuria. “Al terminar la carta ponía que ya podía girarse y al hacerlo me encontró arrodillado y con el anillo”, explica Luis.

Fue un momento muy emocionante que permanecerá en la memoria de ambos para siempre. “Soy incapaz de recordar cuáles fueron sus palabras, porque estaba tan emocionada que no las recuerdo exactamente”, dice Nuria, “pero era evidente lo que me estaba pidiendo y le dije que sí y nos fundimos en un beso y un abrazo. Me costó un rato tranquilizarme y dejar de llorar de la emoción. Casi no podía creerme lo que estaba pasando”.

Ahora toca el paso siguiente... ¡prepararlo todo para su gran día!